Aquí os dejamos la emotiva crónica de Alfonso sobre la prueba.
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ESTA VEZ TOCABA SUFRIR

Pues sí, esta vez tocaba sufrir y bien que he sufrido. Bien sabéis que
he estado todas estas semanas de atrás dudando si ir o no ir al Maratón
de Valencia, pues venía arrastrando una lesión en el abductor izquierdo
que me ocasionaba serias molestias al correr, lo que no me esperaba es
que se complicara con una bursitis en el trocante de la cadera derecha
de última hora a dos semanas de la maratón. Esta lesión, sí que me
impedía claramente correr, de manera que recurro urgentemente a Alex a
ver si, gracias a su manos, conseguimos enderezar lo que a todas luces
parecía un imposible. Pese a sus sabios consejos y buen hacer, la lesión
no remite, de manera que a la desesperada me planto en urgencias
(Clínica San Camilo) y pido encarecidamente que me infiltren, para ver
si al menos, así puedo correr. El médico algo reacio, al final accede a
mi propósito, no sin antes advertirme de que con ello no tengo
garantizado correr, es más, él como profesional me desaconseja que lo
haga. Pero esta vez me había rayado tanto con este maratón, que me tenía
obsesionado, quería a toda costa cumplir mi objetivo de correr dos
maratones en un año y no iba a ceder en el intento. El jueves, era el
último entreno antes de la maratón, salgo a correr con Idoya, Lola,
Ginés, Juanjo y a los 3 km decido abandonar, realmente me duele ya no es
una simple molestia sino dolor.

Enorme decepción, mis dudas
sobre acudir o no se acrecientan, todos me desaconsejáis que corra, que
hay muchos maratones por delante para disfrutar, pero, dado que ya
estaba todo pagado, al final, decido acudir y como no sé ver los toros
desde la barrera, pues allí que me planto el día 18 en la línea de
salida.